miércoles, 18 de febrero de 2015

MIÉRCOLES DE CENIZAS


En el primer día de la Cuaresma 2015.

Oremos... Padre y Dios nuestro, concédenos iniciar con el santo ayuno cuaresmal un camino de verdadera conversión y de afrontar con la penitencia la lucha contra el espíritu del mal. Te lo pedimos en nombre de tu Hijo Jesús. Amén.



“El Evangelio de hoy indica los elementos de este camino espiritual: la oración, el ayuno y la limosna (Cf. Mt 6, 1-6. 16-18). 

Los tres comportan la necesidad de no dejarse dominar por las cosas que aparecen: lo que cuenta no es la apariencia; el valor de la vida no depende de la aprobación de los demás o del éxito, sino de cuanto tenemos dentro [...] 

Una vez más la Cuaresma viene a dirigir su llamamiento profético, para recordarnos que es posible realizar algo nuevo en nosotros mismos y en torno a nosotros, simplemente porque Dios es fiel, es siempre fiel, porque no puede renegar de sí mismo, porque es fiel y sigue siendo rico de bondad y de misericordia, y está siempre dispuesto a perdonar y volver a comenzar de nuevo. 

¡Con esta confianza filial, pongámonos en camino!” (Papa Francisco, Miércoles de Ceniza, 2014).


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