“DESDE LA
PATAGONIA,
ANUNCIAMOS TU EVANGELIO, SEÑOR”
ANUNCIAMOS TU EVANGELIO, SEÑOR”
Estamos viviendo un año que nos
convoca a la meditación de la historia de nuestra iglesia diocesana y de sus
múltiples iniciativas por cumplir la misión de evangelizar y servir a todos,
con especial preferencia, como su Maestro, por los más pobres y privados de las
riquezas heredadas por la Iglesia para dotar a hombres y mujeres con los
recursos para alcanzar su plena dignidad de hijos de Dios en un Pueblo de
hermanos: el Evangelio, los sacramentos celebrados y vividos en comunidad; la
promoción humana como exquisita manifestación de la caridad.
Se han cumplido 50 años del
concilio Vaticano II y otros tantos desde la fundación de la escuela “La
Milagrosa”, se ha festejado el cincuentenario de la parroquia Nuestra Señora de
Fátima, los 70 años de la parroquia Cristo Obrero y los 30 años de la Comunidad
del Santuario de Jesús Nazareno. Una línea continuada de iniciativas, expresión
de la voluntad de servir al pueblo magallánico. Y, en todas las iniciativas
señaladas hay una constante: sus protagonistas y destinatarios son,
mayoritariamente, los hijos e hijas de Chiloé que constituyen el estrato
demográfico predominante de la región.
La Misión General de 1966, el
Sínodo de los ’80 potenciaron la conciencia de la iglesia austral y abrieron
camino, afinando la sensibilidad pastoral. La iglesia, como tantas otras veces
en siglos pasados, hizo suyos los principios de valoración de la cultura,
máxime al tratarse de culturas a cuya génesis ella misma contribuyó
decisivamente.
Hacia los años 80 estaba madurando
la sociedad eclesial magallánica para hacerse cargo de la religiosidad popular
como elemento cultural del mayor contingente migratorio constitutivo de sus
bases comunitarias: el pueblo chilote. Integrando la piedad popular insular la
Iglesia local no sólo se ha enriquecido a sí misma sino que está contribuyendo
a preservar y alentar una vertiente decisiva del perfil cultural de la región y
de la entera Patagonia.
Y, como en la Iglesia “lo que se
cree se celebra”, no como estrategia sino por impulso de la conciencia
adquirida, empezó a celebrarse entre nosotros la fiesta de Jesús Nazareno.
Sencilla y doméstica, al estilo de Nazaret; masiva, luego. Profundizada en iniciativas
comunitarias permanentes, con el paso de los años. Localizada en capillas de
barrio y en un santuario diocesano. No siempre todos contestes. El reciente
estreno del documental “Huellas del Nazareno en la Patagonia” da cuenta de ello
con acentos conmovedores. Siempre modesta… con medios pobres, que ahí está la
fuerza del Espíritu renovador de los discípulos del Nazareno, abierta a nuevas
síntesis en línea de continuidad y cambio, presagio de dinamismo creativo
propio de una realidad viviente.
La fiesta de Jesús Nazareno, bien
celebrada por todas las comunidades de la diócesis magallánica, hace justicia a
nuestras raíces; es un fruto del camino hecho por miles de católicos, pastores
y laicos, religiosas y misioneros del archipiélago de origen y de las pampas
patagónicas.
Cuando, el 30 de agosto, miles de
chilotes lleguen en sus lanchas al santuario de Caguach para celebrar la fiesta
tradicional de Jesús Nazareno, recibirán el saludo que entregaremos hoy al
obispo de Chiloé de parte de sus hermanos que en el santuario de Punta Arenas y
desde aquí a Puerto Natales, Porvenir, Coyhaique, Puerto Aisén y la Patagonia
argentina han vindicado su cultura y sus tradiciones difundiendo la fe y la
devoción en el Nazareno y, junto al altar de la isla, podrán contemplar la
bandera que simboliza la misión que los migrantes desarrollan en tierras tan
distantes y distintas del solar originario.
Celebremos hoy la fiesta de Jesús
Nazareno en Magallanes, enarbolando la bandera morada y amarilla que anuncia la
pasión y muerte de Jesús, proclamando su victoria. Y en esta demostración reconozcamos
el proceso misionero y evangelizador que miles de chilotas y chilotes han
realizado en sus propios hogares o en casas ajenas donde nanas y obreros, en el
compartir cotidiano, han enseñado a rezar y han transmitido su conocimiento del
Señor a los hijos de otras familias que recuerdan con simpatía el acervo
recibido y se emocionan al escuchar hoy los rezos y cantos tradicionales que
resuenan en las liturgias populares de las comunidades nazarenas y en el
santuario regional.
HOY: PROCESIÓN DE JESÚS NAZARENO EN
PUNTA ARENAS
INICIO: 14.30 HORAS
DESDE EL SANTUARIO DIOCESANO DE
JESÚS NAZARENO:
AVDA. CIRCUNVALACIÓN ESQUINA DE SALVADOR ALLENDE.
Recorrido de la procesión: Avda. Circunvalación,
desde el santuario hacia el sur. Gaspar Marín, de cerro a mar. J. V. Lastarria
de sur a norte; José Galindo de sur a norte. Pedro Bórquez de este a oeste.
Avda. Circunvalación hasta el santuario.
ORDEN DE LA PROCESIÓN
Se ruega a las comunidades asistir
con la imagen de su santo patrono y la “Cruz de Chile”
Abanderados y Cruz del santuario
Banda instrumental de la III Zona
Naval
Comunidad San Pedro Pescador
Parroquia Nuestra Señora de Fátima
Banda de músicos y Delegación de la
Escuela Alberto Hurtado
Parroquia Cristo Obrero
Parroquia San Pío
Banda instrumental y de guerra del
Instituto Don Bosco
Parroquia María Auxiliadora
Parroquia Catedral
Parroquia San Miguel
Parroquia Santa Teresa de Los Andes
Delegación Escuela La Milagrosa
Banda de guerra del santuario de
Jesús Nazareno
Comunidad de San Sebastián
Grupo Devotos de Santa Rita
Imagen de la Virgen Dolorosa
Asociaciones y Grupos del Santuario
de Jesús Nazareno
Juego de banderas
Banda tradicional de músicos
chilotes
Acólitos del santuario
Señor Obispo, Clero y autoridades
invitadas.
Imagen de Jesús Nazareno
Movimientos Apostólicos
Familias Católicas en general.
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